El otro día me hice mi primera
cámara estenopeica (pinhole), llevaba muchísimo tiempo queriendo hacerme uno.
Con el sol de las 6 de la tarde un día de Octubre(que es sinónimo de poca luz) subimos corriendo a la azotea de mi facultad para hacer nuestra primera toma: hice una exposición (es el tiempo que abres el estenopo, agujero por el que entra la luz a la lata, para que la luz entre y marque la imagen en el papel sensible que hay dentro) de 50 segundos y, en cuanto cerré el estenopo, me entró un sentimiento de ansia, era como tener una caja de sorpresas en la mano la cual necesitas abrir y ver qué hay dentro, ver qué es lo que tú misma has creado, y esperar ansiosa mirando tu foto en el líquido revelador y observar cómo van apareciendo las siluetas de los edificios, grises y blanco peleándose en el papel para situarse cada uno en el sitio que les corresponde y formar un paisaje sobre ese papel que hasta hace unos segundos era completamente blanco. ¡Es una sensación que repetiría una y mil veces!
Hacer una cámara estenopeica es lo más fácil del mundo, necesitas:
- Una lata.
- Pintura negra (yo utilicé pintura acrílica, aunque lo mejor es usar un aerosol porque la acrílica acaba despegándose).
- Cinta aislante.
- Algo para hacer el estenopo (puntillas, chinchetas, etc)
- Papel fotosensible. (¿dónde si no vas a hacer la foto?)
Cogemos la lata y la pintamos por dentro de negro para hacerla estanca a la luz (toda la lata, asegúrate de que no te dejas nada, ni la tapa). Cuando la pintura esté seca procedemos a perforar una parte de la lata, hay que tener en cuenta que cuanto más grande sea el estenopo, menos tiempo de exposición, pero también menor la nitidez, yo recomiendo dejarlo más tiempo con un estenopo más pequeño; también tener en cuenta la distancia que habrá desde el estenopo hasta donde colocarás el papel fotosensible donde se quedará grabada la imagen, teniendo en cuenta que cuanto más alejado, mas grande la imagen pero también más tiempo de exposición, pero no hay que agobiarse por esto, es todo cuestión de probar. Una vez tengamos la perforación hecha, tapar el estenopo con cinta aislante (pues es la que mejor protege de la luz) y cargar el papel fotosensible (del lado contrario al estenopo, claro, para que se pueda proyectar) en un cuarto oscuro. Una vez dentro el papel, cerramos la tapa y lo pegamos bien con cinta aislante. Et voilà! Para hacer la foto solo tienes que despegar el trozo de cinta que tapa el estenopo ¡y a esperar!