domingo, 22 de mayo de 2011

Ready... Shot!

  Hoy [ayer] fue el primer fotomaratón organizado por la Fnac, a la cual he asistido sin dudarlo un segundo. Teníamos que presentarnos a las 11h (yo llegando tarde para variar...) para que nos dieran el tema de la maratón, yo me esperaba algo sencillo y cerradito, pero la verdad es que me sorprendí bastante cuando oí que el tema iba a ser "Mi jornada de reflexión", al principio quedé totalmente en blanco, pero lo cierto es que es un tema completamente amplio y con mucha libertad. Nos nombraron de uno en uno (¡¡200 y pico de participantes!!) para que recogiéramos nuestro número (yo, siendo la 152, me quedé prácticamente hasta el final) y una mochilita ¡y a la calle! Mis amigos y yo nos separamos y fuimos cada uno por nuestro lado para tener más libertad, me pateé todo el centro de Sevilla, me perdí por las entramadas calles de la Alfalfa y conocí un lugar muy peculiar, fue una ventana que me llamó la atención por su pintoresco interior y la dueña me invitó a pasar, era una sencilla oficinita donde hacían encuadernaciones artesanales con bastante encanto, todo allí dentro era caótico, blanco y negro pero a la vez lleno de color y cierta ternura, estuvo un rato charlando y mirando sus trabajos y me topé con otra estudiante de Bellas Artes que daba la casualidad que tenía el mismo profesor de anatomía que tuve yo en el primer cuatrimestre. Tras despedirme fui a la Encarnación (donde están acampando los de la huelga) en donde me encontré a varios conocidos. Lo cierto es que las fotos que he sacado no me han dejado muy buen sabor de boca, son muy mejorables (desde luego no optaré ni a finalista de la primera selección... ;_;), pero la experiencia vivida en el día no me la quita nadie =)

lunes, 9 de mayo de 2011

Estrenando las setas... Por encima.





Hoy saliendo una hora antes de mi clase de anatomía me encontré con que se podía subir a las setas de la Encarnación. ¡Viva! ¡Veamos qué de espléndido tienen las vistas! Total, que me puse a la cola, enseñé mi tarjeta de residencia (residentes gratis, no residentes 2€) y subí al ascensor. Para empezar, el ascensor era horrible, pequeño para la de gente que se supone van a subir diariamente a las setas(y solo había 2), y con unos lunares de luces que emiten una calor que hace que el ascensor parezca una sauna (y eso, en verano, en Sevilla, puede conducir a la muerte). Una vez arriba tuve un deja vú con mi visita a la torre Eiffel: cola de personas esperando para bajar en ascensor, muchas estructuras, altura... Pero desde luego una visita dista mucho de la otra. El camino que tenías que seguir para la visita en la cima del monumento era como una especie de montaña rusa, subiendo y bajando con intrincadas curvas. No se sube para ver Sevilla, se sube para ver trozos de Metropol Parasol y algunos paisajes de Sevilla. Pero he de reconocer que en algunas partes la geometría del monumento te tragaba y te himnotizaba con su seriedad y ritmo. Pero, desde luego, si quieres unas vistas panorámicas de la ciudad, sigo pensando que es mejor la Giralda. Y no soy totalmente reacia al monumento, pues estéticamente no me disgusta, el problema de este monumento es político y económico, y el hecho de la privatización de una plaza pública.